En la actualidad, los directivos son cada vez más conscientes de que para mantener la competitividad en sus compañías, necesitan atraer, retener y formar a profesionales jóvenes que aporten no solo habilidades técnicas trascendentes, sino también una mentalidad fresca y un enfoque innovador. Ante este paradigma, desarrollar el talento joven se está posicionando como pilar fundamental para el éxito de la actividad empresarial.
Según Juan Carlos Pérez Espinosa, Presidente de DCH, Organización Internacional de Directivos de Capital Humano, «la importancia de reclutar talento joven está en la capacidad para revitalizar la cultura empresarial y promover la innovación. Los jóvenes, además de ser nativos digitales y desenvolverse perfectamente con las nuevas tecnologías, aportan una energía contagiosa y una mentalidad abierta a nuevas posibilidades, lo que lleva al desarrollo de nuevas ideas y diferentes enfoques que favorecen el crecimiento».
Es de destacar que formar equipos con diversidad generacional conlleva una mejora del rendimiento, pues fomenta la colaboración y el intercambio de conocimientos, promoviendo un ambiente de trabajo creativo. En este sentido, la combinación de la experiencia y sabiduría, junto a la motivación e innovación, crea un equilibrio perfecto que aporta mayores beneficios empresariales.
De esta forma surge el Centro Internacional de Desarrollo del Talento Joven, una iniciativa organizada por DCH y OIJ (Organismo Internacional de la Juventud) integrado por 21 países iberoamericanos y de la Península Ibérica, con el objetivo de apoyar e impulsar el desarrollo del talento en las organizaciones, generar conocimiento, compartir experiencias y reconocer las buenas prácticas.
Por estas razones nace el Ranking de Empresas Comprometidas con las Juventudes, un reconocimiento de OIJ y DCH que recoge a las empresas y entidades del sector privado que ponderan los objetivos internacionales, y que proponen soluciones para ayudar a los jóvenes durante su transición a la vida laboral y el desarrollo de su propia autonomía, entre las que destacan dentro del Top 10, compañías como Teléfónica, AEGON, COFARES y OHLA, evaluadas por un comité compuesto por ESADE, IAE Business School y ESIC, entre otras.
Esta búsqueda por el talento ha desembocado en un cambio significativo en las estrategias de los departamentos de recursos humanos. Las organizaciones están adoptando enfoques más proactivos y centrados en el empleado, para asegurar su compromiso y desarrollo a largo plazo. Por ello, ofrecer una gran variedad de oportunidades de desarrollo profesional se ha convertido en un factor prioritario: cursos de desarrollo, programas de capacitación y asignaciones especiales son solo algunas de las formas en que las empresas están apostando e invirtiendo en el crecimiento personal y profesional de los más jóvenes.
Pero esta práctica también presenta algunos desafíos, como puede ser la falta de experiencia que, sin embargo, se puede compensar con actitud positiva y ganas de aprender, así como incorporar programas de asesoramiento para acceder a la experiencia de los veteranos; la gestión de los equipos mayores, donde la clave se sitúa en dirigir a empleados con más experiencia de forma respetuosa y con la predisposición de aprender de ellos; y la toma de decisiones, que debe estar sustentada por consultar las decisiones entre todos los compañeros.
«Establecer canales de comunicación abiertos y transparentes es esencial para cultivar un sentido de pertenencia y valoración entre los jóvenes empleados. Tener en cuenta su feedback y ofrecerles la oportunidad de participar en la toma de decisiones empresariales, les ayuda a sentirse escuchados y valorados, lo que fortalece su compromiso con la empresa y su disposición para desarrollarse a largo plazo», asegura Espinosa.
La era del talento joven está en pleno apogeo y las empresas que adopten estrategias proactivas como teletrabajo, horarios flexibles, preocupación por el bienestar entre lo laboral y personal, etc. se posicionarán con una clara ventaja competitiva en el mercado laboral.
